Parte 2 - Con fibra alimentaria contra la diabetes tipo 2

La montaña rusa del azúcar en sangre

En cuanto la glucosa entra en el torrente sanguíneo, comienza una carrera desenfrenada. Imagina que de repente tu sangre se inunda de moléculas de azúcar. El nivel de azúcar en sangre se dispara como un cohete: es el famoso "pico".

El cuerpo reacciona de inmediato: el páncreas, el guardián de la glucemia, da la alarma y libera grandes cantidades de insulina en el torrente sanguíneo. La insulina es como una llave que abre las puertas de las células de tu cuerpo para que puedan absorber la glucosa.

Pero aquí surgen dos problemas:

• Sobrecarga de las células: Tus células están literalmente inundadas de glucosa. No pueden procesar toda la energía tan rápidamente. De hecho, ¡dejan de procesar parte de la glucosa! ¿Cuál es el resultado? Te sientes cansado y apático, aunque acabes de comer.
• El bajón de azúcar: La liberación masiva de insulina elimina demasiada glucosa de la sangre. El nivel de glucosa en sangre desciende rápidamente, a menudo incluso por debajo del valor inicial. Es la temida "bajada".

Y en este momento ocurre algo que seguro que ya conoces: Algún tiempo después de comer, justo cuando se produce la "bajada", te invade un deseo irrefrenable de comer algo dulce. Tu cuerpo está literalmente pidiendo a gritos un rápido chute de energía que eleve de nuevo tus niveles de azúcar en sangre.

Tu cuerpo intenta evitar a toda costa los niveles bajos de azúcar en sangre. Si tu nivel de azúcar en sangre baja demasiado, ¡te desmayarás!

Usted no se encuentra en esta situación de riesgo vital, pero sigue estando en una posición difícil.

Si NO buscaras una tableta de chocolate, que es una auténtica bomba de azúcar, tu nivel de azúcar en sangre volvería pronto a la normalidad. Pero resistirse a los antojos en esta situación es muy, muy difícil.

Si coges una chocolatina, empiezas la siguiente montaña rusa para tus niveles de azúcar en sangre. ¿Y qué crees que pasará después de la siguiente subida y bajada?

Estos altibajos no sólo son desagradables, sino que también pueden ser peligrosos a largo plazo. Las frecuentes fluctuaciones bruscas de los niveles de azúcar en sangre pueden provocar el desarrollo de diabetes de tipo 2 (antes conocida como diabetes senil) y aumentar el riesgo de padecer otras enfermedades.

Y aquí es donde comienza un peligroso círculo vicioso: con cada liberación masiva de insulina, tus células se vuelven un poco más resistentes. El páncreas tiene que producir aún más insulina... un auténtico círculo vicioso.

Pero no te preocupes. Hay un truco sencillo que puedes utilizar para evitar esta montaña rusa y seguir disfrutando de tu querida pasta.

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